Dos recetas para aprovechar las verduras de otoño
Si nos leéis de vez en cuando ya sabréis que apostamos siempre por los productos de temporada. Esos productos que están rebosantes de color y sabor, recién recogidos del huerto para cocinar. Hace unas semanas propusimos cocinar una berenjena rellena de su propia carne. Esta vez vamos a proponer dos sencillas recetas a base de espinaca y acelgas. Vamos con dos recetas para aprovechar estos ingredientes de temporada y cocinarlos de manera sencilla, sin demasiadas complicaciones.
Pencas de acelga rellenas de jamón y queso
Nos encontramos ante una receta muy simple pero a la vez deliciosa. Un entrante perfecto para cualquier velada. Necesitamos cuatro hojas de acelga, jamón York, queso, harina, huevo y sal. Separamos la hoja de la penca de acelga y reservamos las hojas para otra ocasión. Las podemos aprovechar para hacerlas con un poquito de jamón. Ponemos a cocer las pencas con agua y sal, con 12-15 minutos de cocción estarán listas. Ahora cortamos cada penca en tres trozos del mismo tamaño y reservamos para rellenar después.
Ponemos 6 trozos sobre una bandeja y sobre ellos un trozo de queso y otro de jamón york. Procuramos que los trozos sean un poco más pequeños que las dimensiones de la penca, para que no se salgan de los bordes. Ahora tapamos con los otros trozos de acelga y sólo queda albardar.
Para albardar la fórmula de siempre, pasamos la penca rellena por harina y huevo batido en este orden y las freímos en aceite que no esté muy caliente. Aseguraos de que las pencas estén bien secas antes de empezar a rellenarlas.
Croquetas de espinacas y queso roquefort
Con esta receta nos lo vamos a trabajar un poquito más. Aunque no sea muy difícil, tenemos el paso de preparar una bechamel con las espinacas, cosa que puede darnos un poco de pereza. Nada de eso, ¡a cocinar!
Necesitaremos unos 200 gramos de espinaca fresca, 2 cucharadas soperas de harina, 75 gr de mantequilla, dos vasos de leche, 50 gr de queso roquefort (Podemos usar cualquier otro queso que nos guste), huevo y pan rallado.
Lo primero de todo es cocer las espinacas. Con unos 10 minutos de cocción nos valdrá. Ahora ponemos a derretir la mantequilla en una sartén y rehogamos las espinacas bien escurridas. Acto seguido añadimos la harina, y cuando se haya mezclado todo bien vamos añadiendo la leche sin dejar de remover. La leche la vamos añadiendo a medida que la espinaca la vaya absorbiendo y se vaya creando una bechamel espesa como para hacer croquetas. Cuando hayamos logrado crear la bechamel, añadimos el queso para que se derrita y así aporte sabor a toda la mezcla. Lógicamente, mezclamos todo bien antes de dejar enfriar la mezcla. Antes de ponernos a darle forma a las croquetas, nos tenemos que asegurar de que la masa esté bien solidificada. La dejamos enfriar en la nevera un buen rato.
Ya solo queda darles forma a las croquetas, pasar por huevo y pan rallado y freír. No os queméis que estas delicias guardan mucho tiempo el calor…
Por si no habéis tenido suficiente, en el siguiente enlace podéis ojear la receta de temporada que compartimos hace unas semanas. Berenjena rellena de su propia carne y setas.
Receta: Berenjena rellena de su propia carne y setas.
Seguro que después de haber ojeado estas dos recetas estáis desando ponerlas en práctica en casa. No lo dudéis y aprovechad los maravillosos ingredientes que nos ofrece cada temporada. ¡Que aproveche!