La mejor manera de celebrar San Valentín. Con una buena cena
Se acerca San Valentín. Una fecha amada por unos, y odiada por otros tantos. Siempre que llega la cita se tiene el mismo dilema, el regalo. ¿Qué regalamos? Nosotros no creemos que haya mejor manera de celebrarlo que preparando una buena cena. Eso sí, vamos a anticiparnos un poquito y preparar un buen menú.
Empezamos con los entrantes. No tienen que ser demasiados pero algo para ir entrando en calor. Unos espárragos de Navarra, un buen jamoncito ibérico y unos huevos rellenos. Perfecto para ir haciendo hambre, ¿verdad?
Entrantes: Huevos rellenos
Esta receta no tiene ninguna dificultad y es algo que a casi todo el mundo gusta. Necesitaremos unos huevos, bonito en lata, mayonesa y aceitunas rellenas de anchoa. Lo primero es cocer los huevos. Los tenemos en el agua hirviendo unos 10-12 minutos y cuando estén cocidos, los partimos por la mitad y reservamos las yemas para el relleno.
Ahora toca preparar la mezcla. En un bol, ponemos el atún, las yemas y la mayonesa. La cantidad dependerá de los huevos que vayamos a hacer. Aplastamos todo con un tenedor y cuando tengamos la mezcla en la textura deseada empezamos a poner la mezcla sobre los huevos. Para ponerle el toque final, le ponemos una aceituna en la parte superior a cada huevo.
Primer plato: Risotto de hongos
¿Qué os parece un risotto de Boletus Edulis para seguir con la velada? No vamos a dar la receta entera porque ya hablamos de ella en nuestro blog. Podéis encontrarla en este enlace. Lo que sí vamos a hacer es dar unos consejos básicos para que los risottos os salgan perfectos.
- El caldo que se use para cocinar tiene que estar en todo momento lo más caliente posible.
- Hay que estar removiendo el arroz en todo momento para que vaya soltando el almidón. Así el arroz quedará cremoso.
- Al contrario que en la elaboración tradicional, el agua se va echando poco a poco. Se cubre el arroz y se mueve. Una vez evaporado el agua se sigue haciendo lo mismo.
- El queso y la mantequilla se añade al final para dar el toque cremoso.
Segundo Plato: Ostras con limón
Vamos a proponer para el segundo plato una de las recetas por excelencia en estas celebraciones. Las afrodisiacas ostras. Nosotros las vamos a poner al limón, una manera fácil y deliciosa de disfrutar toda su esencia.
La preparación es muy sencilla pero tenemos que tener cuidado para no romper la carne. Antes de abrirlas las tenemos que limpiar bien. Ahora la cogemos con un trapo, y con un cuchillo (Existen especiales para hacerlo), las vamos abriendo. Introducimos el cuchillo en la parte de atrás de la ostra y vamos abriéndola entera. Lo hacemos con cuidado, no debemos dañar la sabrosa carne.
Una vez abierta, la olemos para ver que no esté en mal estado. La colocamos en una bandeja sobre hielo picado, de esta manera se mantendrá fresca, y le echamos un buen chorro de limón por encima. Ya estaría lista para degustar.
Hay quien dice que no se deben poner directamente sobre el hielo, ya que esto puede hacer que pierda sabor. Se le puede hacer una cama de algas para evitar esto.
Postre para elegir. Sorbete de Limón o fresas con chocolate
Para terminar este menú vamos a proponer dos postres. Fresas con sirope de chocolate o sorbete de limón. Para la elaboración de las fresas no hace falta decir mucho así que nos metemos directamente con el sorbete.
Necesitaremos 250 ml de zumo de limón, 2 claras de huevo, medio litro de agua y 200 gr de azúcar. Con el agua y el azúcar hacemos un almíba. Colocamos un cazo al fuego y le echamos el agua y azúcar llevándolo a ebullición. Cuando el azúcar esté bien diluido tendremos el almíbar listo. Lo reservamos enfriando para más tarde.
Ahora exprimimos tres limones y los colamos para que no se nos pase nada de pulpa. Cuando el almíbar haya enfriado del todo lo mezclamos con el zumo y lo congelamos todo durante aproximadamente dos horas.
Lo sacamos del congelador para volver a manipularlo. Montamos las dos claras y las mezclamos con el líquido. Le añadimos también un poco de ralladura de limón para aportarle ese aroma extra.
Lo volvemos a meter al congelador y ya tenemos listo el sorbete. Recordad sacarlo media hora antes de tomarlo del congelador. Si hiciese falta, podemos pasarlo por la batidora para que quede con la textura perfecta.
Ya habéis visto que si nos lo trabajamos un poquito podemos hacer un San Valentín perfecto para el paladar. No dudéis en preparar un buen menú y ¡que aproveche!