Unos consejos para evitar las digestiones pesadas
Como ya sabéis, en este espacio gastronómico que hemos abierto para los más cocinillas, solemos compartir recetas y experiencias gastronómicas. Pero también tenemos que tener que seguir ciertas pautas para poder disfrutar de todos los manjares, y así tratar de evitar digestiones pesadas.
Los síntomas de una mala digestión
Una mala digestión puede arruinarnos por completo el día. Normalmente, los síntomas que produce una mala digestión son ardores, gases, pesadez de estómago, hinchazón… por ello, os vamos a listar unas pequeñas recomendaciones y pautas para mejorar la digestión todo lo que podamos. Veréis como siguiendo estos pequeños consejos, podéis disfrutar mucho más de las post-comidas.
- El proceso digestivo empieza en la boca. Al masticar salivamos la comida, y de esta manera sus encimas empiezan a fraccionar los nutrientes que vamos ingiriendo. Por ello, es de vital importancia masticar bien y todas las veces que podamos cada bocado. La digestión será mejor cuanto más mastiquemos. Lo ideal sería masticar unas 10-15 veces.
- Tenemos que tomar frutas y hortalizas frescas a diario. La fruta mejor si es con piel, ya que es ahí donde reside la mayor parte de la fibra y nutrientes. También tenemos que añadir a nuestra dieta los alimentos integrales.
- Nos tenemos que acostumbrar a realizar cocciones lentas a las legumbres y lógicamente, evitar las grasas y salsas picantes. Si acompañamos estas con chorizo, tocino, o algún alimento copioso, un truco para quitarlas gran parte de la grasa es cocerlo aparte y añadirlo después.
- Aunque cueste creerlo, beber durante las comidas puede interrumpir el proceso digestivo. El líquido puede diluir las encimas y los ácidos que se encargan de la digestión. Por lo que sería mejor evitarlo durante las comidas, bebiendo antes y después de estas.
- Ante una prevención extrema, debemos evitar ciertos alimentos. A cada cual habrá ciertos alimentos que le produzcan más o menos gases, pero los que más suelen hacerlo son el brócoli, las alubias, los garbanzos… por lo que no sería ninguna tontería evitarlos los días que no podamos permitirnos tener molestias.
- El chicle produce gases. No es el chicle exactamente el que lo hace, sino el modo en que se consume. Al masticarlo tantas veces, ingerimos gran cantidad de aire, que es el principal causante de ello.
- Tenemos que evitar el estrés. Estar en este estado durante las comidas afecta de forma directa a la digestión. Las encimas digestivas no trabajan a tiempo, y esto hace que la digestión se retrase. Por eso, es muy conveniente comer en un ambiente tranquilo y libre de estrés.
Lógicamente, no todos los días se pueden seguir estos consejos por la vida tan acelerada que estamos acostumbrados a llevar. Pero seguro que si acostumbramos a llevar ciertos hábitos logramos alejar esas digestiones pesadas de nuestras vidas. Y recordad, comed en un ambiente tranquilo, masticad bien y sobre todo, ¡disfrutad!