Cómo saber si tenemos un empacho y qué hacer para remediarlo
Muchas son las situaciones en las que se nos puede ir un poco la mano y acabar teniendo una indigestión severa o empacho. Cenas de empresa, comidas familiares, una tarde de picoteo, salir de fiesta… hay que estar preparados para cualquier evento en el que nos enfrentamos cantidades grandes de comida y bebida.
Los empachos pueden ser causados por haber bebido demasiado alcohol, comer alimentos picantes o que sean ricos en grasas, comer demasiado o beber excesivamente rápido. Fumar, beber mucho café, tener estrés o comer muchos alimentos ricos en fibra también podrían causarlo.
Vamos a subrayar los síntomas que nos encontramos cuando tenemos un empacho, y ver que tenemos hacer para mejorar esta situación de indigestión.
¿Cuáles son los síntomas de un empacho?
La indigestión severa tiende a producirse cuando comemos en exceso, o comemos algún alimento en mal estado. Los principales síntomas aparecen con dolores abdominales, aunque a veces es poco localizable, ya que se ramifica a lo largo de todo el abdomen. Se puede presentar acompañado de eructos, náuseas y vómitos. La boca puede estar pastosa y podemos tener mal aliento y mal sabor de boca.
Todo lo comentado podría venir acompañado también de diarrea o estreñimiento, dolor de cabeza, falta de apetito, acidez, gases, sensación de cansancio y dolor en las piernas.
Qué hacer cuando tenemos un empacho o indigestión severa
A lo largo de nuestra vida es probable que nos topemos con este problema al menos una vez. Por ello, vamos a ver unas cuantas soluciones que pueden acabar con ello, o al menos, aliviarlo.
- Lo primero que tenemos que hacer es de sentido común, no comer más. Ayunar en las próximas horas. Eso sí, seguiremos bebiendo agua para no deshidratarnos.
- Otra solución que puede aliviar nuestro malestar es tomar agua con bicarbonato y limón. Con esto conseguiremos neutralizar los ácidos de nuestro estómago, evitando las molestias que estén relacionadas con la digestión.
- No nos podemos olvidar en esta lista de la sabiduría popular. Aunque no haya evidencia científica que lo respalde, el té de canela se suele usa en estas situaciones. Basta con echar media cucharada de canela en polvo en un vaso de agua hirviendo y dejar reposar. Se tiene que tomar lo más caliente posible, para tratar de aliviar inmediatamente.
- Otro alimento que nos ayudará en este caso es la peladura de pomelo seca. Esta ayuda a calmar la irritación de estómago causada por la indigestión. Para conseguir la peladura seca tenemos que rallarla y dejarla unas horas al sol. Unas vez que lo tengamos, cuando nos duela la tripa nos ayudará tomar media cucharadita.
- Un trapo caliente sobre la zona dolorida podría calmar el dolor. Una vez puesto el trapo sobre el abdomen, podemos potenciar su efecto aplicando un ligero masaje circular.
- Por supuesto, no nos olvidamos de mencionar esas infusiones que solemos tomar cuando nos duele la tripa o estamos algo mal del estómago y que solemos tener en casa. Hablamos de la manzanilla, hinojo o comino, té a la menta y la infusión de jengibre. Con este último también nos serviría tomar un poco rallado en un vaso de agua.
- En los días siguientes al desarrollo de la indigestión tendremos que tener cuidado con la dieta y tendremos que evitar los alimentos que puedan perjudicar nuestra situación. Tales como los azúcares refinados, las bebidas carbonatadas, las carnes grasas, el café y el alcohol. Vendría bien seguir la típica dieta blanda.
Como hemos mencionado antes, todos podemos ser víctima de un empacho. Esperamos que no sea el caso, pero si se da, os recomendamos que hagáis uso de los consejos que os hemos dado para aliviar la dolencia. Recordemos la reflexión popular para no vernos en esta situación. Todo en exceso es malo. No os olvidéis de disfrutar de todas vuestras comidas, eso sí, en su justa medida. ¡Que aproveche!