Qué tiene que tener el desayuno para empezar bien el día
El desayuno, la comida más importante del día. ¿Lo habéis oído alguna vez? Seguro que sí. Si esto es cierto, tendremos que tener un poquito de cuidado con lo que nos llevamos a la boca, ¿verdad? Cereales, galletas, dulces, leche, café, bollería… ¿creéis que lo estamos haciendo bien? Vamos a tatar de arrojar un poquito de luz sobre este tema y establecer las bases de lo que debería contener el desayuno ideal. Luego ya cada cual puede adaptarlo a su estilo de vida, que no todos nos movemos de la misma manera.
En la primera comida del día tenemos que incluir fruta, lácteos, proteína, hidratos y grasas saludables. Basándonos en la extendida norma 60-15-25, entendemos que un desayuno completo tiene que tener un 60% de hidratos de carbono, un 15% de proteína, y un 25% de grasas saludables. ¿Por qué? Os lo desglosamos a continuación:
La importancia de la fruta: Todos sabemos que la fruta tiene vital importancia en nuestras dietas. Con ellas nutrimos al cuerpo de vitaminas, fibra, glucosa y antioxidantes, dependiendo de la fruta que nos llevemos a la boca. Frutas como el plátano, la naranja o el kiwi, nos pueden venir genial para empezar la mañana. La piña por ejemplo nos puede venir bien para tratar de evitar retener líquidos.
La importancia de los hidratos: ¿Qué necesitamos para arrancar el día? Energía. Eso lo encontraremos en los hidratos de carbono. Esto lo podemos encontrar en el pan y los cereales, preferiblemente integrales. Los copos de avena son muy consumidos, ya que contienen hidratos de carbono de absorción lenta y nos dan mucha energía a lo largo del día.
La importancia de las proteínas: Para empezar el día no hace falta un gran aporte de proteína. A no ser que realicemos algún deporte en concreto que lo requiera. La leche y lácteos ya contienen proteína. Si no consumimos esos alimentos, podemos encontrarla en los huevos por ejemplo.
La importancia de las grasas saludables: No todas las grasas son malas. En este caso, necesitamos las grasas saludables en nuestro día a día. Ya veis que tenemos que ingerir más de estas en el desayuno, que de proteína. ¿Dónde podemos encontrar las grasas saludables? En los frutos secos, por ejemplo. Sería suficiente con añadir un buen puñado de nueces, avellanas o almendras.
La importancia de los lácteos: Los lácteos contienen proteínas de alta calidad además de aportarnos calcio, lo que le da buena salud a nuestros huesos. Hay gente que no bebe leche, lo podrían sustituir por yodures o bebidas vegetales por ejemplo.
Vista la importancia de todos los componentes del desayuno ideal, tendremos que dar unos cuantos ejemplos, para que podáis ir probando en casa.
-Ejemplo desayuno 1: Zumo de naranja, café o té, dos rebanadas de pan integral con queso fresco y pavo. Le ponemos un chorrito de aceite de oliva.
-Ejemplo desayuno 2: Dos rodajas de piña, café o té, un tazón de leche o yogurt, con cereales y frutos secos.
-Ejemplo desayuno 3: Zumito de naranja, Café o té, un yogur con cereales muesly, avena y frutos secos.
Diréis, ¿dónde queda el desayuno ibérico de toda la vida? No os preocupéis, podemos incluirlo también dentro de esta regla. Tostadas de pan, pulpa de tomate, un buen jamón serrano y un buen chorro de aceite de oliva. Lo acompañamos con un café con leche y un zumo de naranja y perfecto.
Ya veis qué fácil es construir el desayuno ideal siguiendo unas sencillas pautas. Nosotros hemos propuesto 4 ideas diferentes. ¿Tenéis alguna más? Que os levantéis con energía y ¡que aproveche!