Consejos para tener buena salud digestiva en la vuelta al trabajo
Vuelta a la rutina… vuelta a la oficina. ¿Alguna vez habéis notado que cuando coméis fuera de casa tenéis más gases o la digestión es más pesada? Si comemos en un bar no sabemos los ingredientes que se usan a la hora de elaborar las recetas, y puede que se usen condimentos o especias que a nosotros nos hagan daño. Comiendo de tupper no calculamos las cantidades de la misma manera, además diversos estudios afirman que recalentar la comida podría ser perjudicial para la salud.
Tener ciertos malos hábitos podría dificultar el proceso digestivo y eso nos acarrearía molestias en el trabajo, no olvidemos que tenemos que estar sentados 8 horas frente a una pantalla. ¿Podemos hacer algo para mejorar esta situación? Siempre hay algo que hacer, vamos con unas pautas a seguir para ayudar al proceso digestivo en nuestro día a día, aplicable a la mayoría de situaciones laborales.
- Procurar mantener el estrés a raya. Se suele decir que la vuelta al trabajo puede estar acompañada de cierto estrés postvacacional, es algo que tenemos que evitar, ya que puede causar disfunciones en el sistema digestivo y alterar el ritmo intestinal.
- El reloj biológico de nuestro cuerpo establece unos horarios y hábitos y se ciñe a ellos. Cuando respetamos esos horarios se favorece la digestión, por lo que es adecuado establecer horarios fijos para las diferentes comidas de la jornada.
- Si comemos de táper es recomendable medir el contenido en un plato antes. Cualquiera que haya comido de esta manera sabe que no se calcula bien y que se tiende a echar más cantidad de la que comeríamos es un plato. Lo que hace que después estemos pesados. Por otro lado, hay a quien le sienta mal recalentar la comida, al que le pase, mejor que intente llevar recetas para comer en frío.
- ¿Sabíais que la digestión comienza en la boca? Efectivamente, mientras masticamos la comida esta se va impregnando de saliva, lo que facilita la digestión. Comer despacio y masticando bien puede marcar la diferencia entre una buena y mala digestión.
- Añade fibra a tu dieta. Comer fibra mantiene el sistema digestivo en movimiento. Pero para que la fibra pueda desempeñar su papel, es necesario el consumo de líquido vital, es decir, agua. ¡Bebe mucha agua! Tened en cuenta que lo aconsejable es consumir de dos a tres litros diarios… Lógicamente, siempre que podamos evitar bebidas gaseosas mejor, ya que producen gases e hinchazón.
- Incluir probióticos en la dieta podría ser una buena idea. Tienen microorganismos vivos que benefician la salud y mejoran la digestión entre otras cosas.
- Realizar ejercicio acto seguido de la comida podría entorpecer la digestión. No obstante, después de esperar unos minutos, hacerlo a baja intensidad (Un paseo por ejemplo), acelera el metabolismo, lo que puede hacer más rápidas las digestiones.
Seguro que si seguís estos consejos lográis estar mejor en vuestros respectivos trabajos y llevar una mejor salud digestiva. Como se suele decir, cada cuerpo es un mundo y lo mejor es ir probando diferentes cosas para conocernos mejor y así poco a poco lograr llevar a cabo los hábitos que mejor se amolden a nosotros. ¡Esperamos que la vuelta al trabajo no haya sido demasiado traumática!