Unas sopas para combatir el frío de invierno
Las sopas son al invierno lo que los helados al verano. No hay nada mejor que llegar a casa un frío día de invierno, notar al entrar el primer golpe de calor que nos aporta la calefacción, y sentir el aroma de una sopa recién hecha. Puede que tengamos la suerte de llegar a casa y que esté preparada, pero seguramente tengamos que hacerla nosotros mismos, así que os vamos a dar unas cuantas ideas para calentar el cuerpo.
Sopa de ajo
Vamos a empezar por una de las sopas más tradicionales de nuestro recetario: la mítica sopa de ajo. La receta tradicional se haría con pan duro, ajo, aceite de oliva, sal y agua, pero nosotros le vamos a añadir un poco de pimentón, cosa que se hace en muchos hogares. La elaboración es muy sencilla, doramos los ajos en una cazuela, y echamos el pan previamente troceado. Lo mezclamos todo y añadimos el agua. Cuando empiece a hervir añadimos la sal y el pimentón al gusto y después de 5-10 minutos ya tenemos sopa caliente. Se le puede echar huevo cocido también para darle más consistencia al plato.
Sopa de pollo
Ahora vamos a destacar la sopa de pollo por su “poder” para aliviar los resfriados. No nos inventamos nada, resulta que el caldo de pollo dificulta el movimiento de unas células del sistema inmune llamadas neutrófilos, que fomentan la liberación de mucosidades y atacan a células del propio organismo, provocando la inflamación de los tejidos. De este modo, la sopa de pollo puede ayudar a reducir los molestos síntomas de los resfriados, reduciendo la inflamación de la garganta y de las mucosas nasales sin que por ello disminuya la actividad antiviral de nuestro sistema inmune. Según el estudio citado anteriormente, la sopa debe llevar pollo, cebollas, patatas, zanahorias, nabo, perejil, sal y pimienta. Y los ingredientes deben cocinarse durante al menos una hora. Si estáis resfriados… ¡ya sabéis!
Sopa de pescado
También tenemos que meter el pescado en esta lista de caldos invernales. La sopa de pescado conlleva un poco más de elaboración pero luego se agradece mucho tenerla en el paladar. Necesitaremos una merluza, 1 kilogramo de almejas, 1 kilogramo de gambas, 1 kilogramo de mejillones, medio kilo de cola de rape, una cebolla, dos dientes de ajo, vino blanco, pimentón y sal.
Cocemos el pescado durante unos 20 minutos, desmenuzamos bien y nos cercioramos de que no haya ninguna espina, separamos del caldo, y guardamos ambas cosas para usarlas más tarde. Ahora cocemos también las gambas, los mejillones y las almejas y hacemos lo mismo que con el pescado, guardamos para más tarde (el caldo también).
Ahora todo lo anterior a una cazuela y a hervir. Mientras esperamos a que hierva, troceamos bien la cebolla y doramos en una sartén con el ajo y un chorrito de vino blanco. Una vez bien dorado lo echamos a la cazuela y tras mezclarlo bien y dejar hervir un poco ya tenemos sopa bien calentita.
Porrusalda
Nos vamos al norte para elaborar una de las sopas típicas del País Vasco. La porrusalda o, como se traduciría del euskera, sopa de puerro. La receta tradicional se elabora a base de patata, puerro, agua, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra y sal, aunque a día de hoy es muy típico añadirle cebolla, zanahoria y bacalao. La elaboración es muy sencilla, limpiamos, pelamos y troceamos en trozos grandes la patata y el puerro. Ponemos en una cazuela un chorrito de aceite de oliva y echamos el puerro y la patata salpimentando. Lo cocinamos durante un minutito y después lo cubrimos con agua un par de dedos por encima de los ingredientes. Cuando entre en ebullición bajamos la temperatura y cocinamos a fuego lento durante unos 20 minutos. Antes de quitar del fuego comprobamos que el puerro y la patata estés blanditos. ¡Ya tenemos lista la receta vasca!
¿Qué os ha parecido? Os hemos presentado una variedad de sopas calentitas para todos los gustos así que no hay escusa. Manos a los fogones y a preparar unas ricas sopas para calentar los días más fríos de invierno. ¡Que aproveche!