Nos refrescamos con el auténtico Salmorejo Cordobés
Tiene pinta de que vamos a tener un verano especialmente caluroso y tenemos que buscar soluciones para combatirlo. Como no todos los días podemos darnos un chapuzón en la piscina o la playa, vamos a aportar una receta para enfrentarnos al abrasador calor de la mejor manera, ¡cocinando un rico salmorejo!
¿Qué recetas apetecen más con este calor abrasador? Las que entran por la boca y refrescan la garganta. Podríamos mencionar la ensaladilla rusa, el gazpacho, la porra antequerana, el ajoblanco… pero hoy le toca el turno al Salmorejo Cordobés y os vamos a enseñar a hacerlo en un periquete.
Además de ser un plato muy refrescante, también nos aporta energía. Tiene miga de pan del día anterior, donde metemos el hidrato de carbono. Además, le podemos añadir virutas de jamón y huevo cocido para aportarle un poquito más de consistencia, donde meteríamos la proteína. Normalmente se suele servir en frío y como plato principal, pero también se usa de salsa de acompañamiento, para untar fritos normalmente.
Vamos pues con la receta. Sobra decir que cuanto más fresco sea el producto mejor será el resultado final.
Necesitaremos para aproximadamente 6 comensales, 1 kg de tomates, 200 gr de pan con mucha miga, 250 gr de aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo y una cucharadita de sal. Para darle el toque final, usaremos virutas de jamón y huevo cocido rallado. Se puede hacer solamente con los vegetales, pero esto le da consistencia.
Iremos añadiendo los ingredientes a medida que los trabajamos, para conseguir la textura perfecta. Primero lavamos los tomates, le quitamos el desperdicio y los trituramos. Pasamos el puré que nos ha quedado por un colador para que se queden fuera las pepitas y la piel.
El siguiente paso es colocar el pan en un recipiente hondo y echarle la salsa de tomate por encima. Lo dejamos reposar 10 minutos para que se impregne bien el sabor. Volvemos a triturar todo con el ajo. Ahora tendremos una especie de crema espesa de pan y tomate. Esto queda a nuestro criterio, si nos gusta el plato espeso le echamos toda la miga, si nos gusta más líquido le quitamos un poco. Esto dependerá en gran medida también de la proporción de agua que tengan los tomates que utilicemos.
Acto seguido le echamos el aceite de oliva virgen extra y la sal. Lo ideal aquí sería utilizar un buen aceite de la zona de córdoba, para aportarle esa autenticidad a la elaboración. No obstante, cualquier aceite de oliva virgen extra es bueno como para obtener una emulsión perfecta.
Tras estos pasos batimos otra vez para conseguir la consistencia requerida. Para que esté en su punto, la crema tiene que estar uniforme, su color tiene que ser anaranjado, y tiene que ser suficientemente compacto como para resistir los tropezones sin que se hundan. Como hemos dicho antes, una de sus presentaciones más populares va con virutas de jamón y huevo cocido picado y es la que vamos a seguir. El jamón se puede pasar un poco por la sartén para que quede crujiente.
El plato se presenta muy frío en un plato hondo. Sobre este se pone el huevo cocido y las virutas de jamón, y se le da el toque final con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra.
Ya veis que también podemos combatir el calor con las mejores recetas. Lo dicho, no os olvidéis de tener el salmorejo en la nevera un buen rato, que hay que tomarlo bien fresquito. Esperamos que disfrutéis del verano y que alejéis el calor con las mejores recetas. ¡Que aproveche!