Manos a la obra. ¡Hamburguesas caseras!
Puede que haciéndolo tú mismo no consigas las mejores hamburguesas del mundo. Quizá no estén a la altura de las que preparan en las mejores carnicerías y restaurantes. Pero, ¿qué hay del aditivo natural que supone la satisfacción de degustar lo que uno mismo ha preparado?
Por ello os vamos a proponer que os metáis en la cocina y que partiendo de cero preparéis la masa para realizar esas hamburguesas que tanto nos gustan. ¡Vamos allá!
En muchos hogares se echa huevo a la preparación de la carne pero lo cierto es que la receta auténtica de hamburguesas no lo lleva. Son las albóndigas o los filetes rusos los que llevan este ingrediente. De todas formas, nosotros vamos a añadir una yema batida a la mezcla para aportarle jugosidad. Proponemos los siguientes ingredientes: carne de ternera picada, sal, perejil, pimienta, ajo y queso parmesano rallado, además de la yema de huevo batido que hemos mencionado.
Lo que tenemos que hacer es mezclarlo todo en un bol. Los más quisquillosos dirán que hay que amasarlo con una cuchara de madera pero vamos a hacerlo con las manos, a la vieja usanza, ¡después de limpiárnoslas por supuesto!
Amasamos hasta generar la contundencia de la mezcla que queramos y lograr el punto de sal que deseemos. Para saber si está sazonado al gusto, la única forma de comprobarlo es probando la masa en crudo, hay quien lo hace y quien arriesga, cada uno lo que vea. Para darles forma hacemos bolas con la masa y las aplastamos hasta darle esa forma de “burger”.
¡Ahora toca cocinarlas! Lo mejor es que la hamburguesa esté fría cuando vayamos a hacerlo, porque así no se fundirá tan rápido la grasa. Untamos las tortitas de carne de aceite y las ponemos en la plancha cuando esta esté a alta temperatura. Acto seguido se cocinan a fuego medio-alto para evitar que se quemen y ya solo quedaría alcanzar el punto que a cada uno le guste en la carne. Con tres minutos vuelta y vuelta debería ser suficiente, dependiendo del grosor que le hayamos dado a cada pieza.
Ya solo queda ponerlas entre pan y pan y acompañarlas con los mejores ingredientes. ¿Aquí ya entra el gusto de cada uno verdad? Nosotros vamos a proponer una clásica hamburguesa americana. Que además de la carne lleva lechuga, tomate, cebolla, bacon, queso, salsa de tomate y mostaza. Un truquito, cuando la hamburguesa esté cogiendo el último toque de cocción colocarle el queso encima, en este caso lonchas de queso cheedar, para que se derrita y quede en ese punto que a todos nos gusta ver cuando en el primer bocado el queso se desprende de la hamburguesa para ir acercándose poco a poco a nuestra boca.
¿Qué os ha parecido? A nosotros nos han entrado ganas de que llegue el fin de semana para ponernos manos a la obra y atacar esta receta para degustar los auténticos sabores de las hamburguesas caseras. ¡Esperamos que os animéis y disfrutéis tanto como nosotros!