¿Calor? Unos smoothies para refrescar el cuerpo
Como todos los veranos, el calor acecha con ganas y tenemos que ponerle freno de alguna manera. Metafóricamente hablando, claro. Tenemos muchas maneras para refrescar el cuerpo. Podemos darnos un baño en la piscina o playa, podemos refrescarnos con algún pulverizador, podemos acudir a alguna instalación acuática de ocio… y podemos tomarnos una buena bebida refrescante para aportarnos ese toque de frescor. Esta vez, vamos a proponer unos cuantos smoothies.
Pero, ¿qué es un smoothie? Vamos con la definición técnica. El smoothie viene a ser un batido cremoso hecho a base de trozos o zumos de fruta, que puede estar congelado, que puede mezclarse con lácteos, hielo o helado. Vamos a proponer las recetas con leche, pero esta se puede sustituir por cualquier otra bebida vegetal en caso de sufrir intolerancia. Bebida de soja, avena, arroz, almendras… ¡la que tengáis por casa!
Recetas de smoothies refrescantes para el verano
Vamos a empezar por una receta muy dulce. El exitoso smoothie de fresa. Necesitaremos dos vasos de leche, dos yogures naturales, 200 gr de fresas maduras y un poco de azúcar. Para que el sabor esté más concentrado, en vez de usar hielo, podemos congelar las propias fresas.
Antes de congelar las fresas, tenemos que quitarles las hojas y limpiarlas. Una vez estén congeladas, las metemos a la batidora de vaso con los demás ingredientes y trituramos hasta que nos quede la textura ideal. En este caso, a la hora de utilizar los ingredientes entrará en juego el juicio de cada uno. Más o menos fresas en función de la concentración de sabor que queramos, más o menos azúcar en función de nuestro gusto por el dulce…
Seguimos con un refrescante smoothie de piña. Para este necesitaremos medio kilo de piña aproximadamente, dos vasos de leche, dos yogures naturales y un poquito de azúcar. Al igual que hemos comentado antes, podemos usar hielo picado o la propia piña congelada para darle más concentración al sabor.
Pelamos, limpiamos y troceamos la piña y la congelamos. Después tenemos que seguir los mismos pasos que en la receta anterior. Introducimos todo en una batidora de vaso y la accionamos hasta que quede en la textura perfecta. Recomendamos ir corrigiendo el punto de azúcar a medida que lo probamos.
Terminamos nuestra lista con un Green smoothie. Lo haremos a base de Kiwi. Este no lo congelaremos, pero si lo sacaremos de la nevera para que esté bien fresquito. Necesitaremos dos o tres kiwis por cada yogur natural que usemos. Lo metemos todo a la batidora y trituramos. Una vez hayamos acabado, podemos corregirlo con un poco de leche, para que quede más cremoso, o un poco de azúcar para que quede más dulce.
¿Qué os ha parecido? Ya veis que en un momento podemos preparar un rico y refrescante smoothie y espantar un poquito el calor que a veces se hace tan molesto. ¿Tenéis alguna propuesta más?