Un paseo por la gastronomía típica española
A todos nos gusta el verano, sobre todo porque significa una cosa: relajarse y disfrutar. Familia, amigos, buen tiempo, sol… son algunas de las palabras que relacionamos con él, pero hay una cosa que nos gusta más; las vacaciones y el tiempo libre que se tiene para hacer lo que se quiera. Lo más común es disfrutar realizando alguna escapada, bien fuera o bien disfrutando de los distintos rincones que nos ofrece nuestro país.
Con los viajes también vienen las comidas y los platos típicos del lugar que visitamos. La gastronomía española es una de las mejores del mundo, y quien no lo sepa, solo debe pasar un par de días en cualquier parte del país para averiguarlo. Por ello, si por cualquier razón has decidido pasar estas vacaciones sin salir del país, vamos a darte tres platos que no puedes perderte.
Los lugares que vamos a recomendaros destacan por su gastronomía, pero si no podéis viajar y os apetece probar estos deliciosos platos, o tenéis tan buen recuerdo que queréiss repetirlo en casa, os lo ponemos fácil y os añadimos las recetas.
Cordero lechal asado (Castilla y León)
Casi cualquier pueblo o ciudad castellanoleonesa es idónea para hacer turismo y probar su famoso cordero asado. Hay un sinfín de opciones en toda esta Comunidad Autónoma: La Catedral de León, el Museo de Arte Contemporáneo y su Basílica de San Isidoro, la Catedral Vieja y Nueva de Salamanca y su Plaza Mayor, el Alcázar de Segovia y su famoso Acueducto, la Muralla de Ávila, la Catedral de Burgos… todos lugares preciosos e idílicos y cuanto menos, difícil de elegir que ciudad o ciudades visita.
Usaremos dos cuartos de lechal a los que se les untaran un poco de manteca de cerdo por la piel y sazonaremos, si no dispones de manteca de cerco el aceite de oliva hará la misma función, crear una “costra”. Los cuartos y media cabeza (si se quiere) se colocan en una cazuela de barro ovalada (sino en una bandeja de horno) y añadimos un vaso de agua grande.
Con el horno precalentado a 180º, introducimos la carne durante hora y media aproximadamente. A mitad del tiempo preparamos en un mortero 3 ajos pelados, una pizca de sal gorda y un chorro no muy grande de vinagre. Sacamos el recipiente del horno, damos a vuelta al lechal, vertemos un poco de caldo del asado en el mortero, removemos y repartimos la mezcla por encima de la carne del cordero. Si lo vemos necesario se le añade más agua al asado y volvemos a introducir el recipiente al horno hasta que se termine de hacer
Al final la carne tiene que quedar tostada por fuera y muy jugosa por dentro con salsa en el fondo del recipiente.
Con el lechal asado, el acompañamiento que se pone es una simple ensalada, haciendo que se deguste mayormente el sabor de la carne.
Bacalao al pil pil (País Vasco)
El País Vasco es muy famoso por su gastronomía y sus hermosos paisajes, sobre todo los costeros. También conocido por el Guggenheim, sus playas para surfear, la Playa de la Concha, Gaztelugatxe, la Plaza Nueva de Bilbao, sus pintxos, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Gorbea y el Pagasarri… lugares llenos de magia e increíbles para visitar este verano, sobre todo si te gustan los veranos suaves de temperaturas agradables. En su cultura gastronómica destaca, además de los pintxos, el pescado; os enseñamos a preparar uno de sus platos más emblemáticos, el bacalao al pil pil.
Elaboración
Cortamos una cabeza de ajo entera en láminas o rodajas y los ponemos en aceite de oliva virgen extra a fuego lento para que se vayan dorando. Si nos gusta el picante, añadimos una guindilla y dejamos que todo se vaya infusionando para que el aceite coja sabor. Una vez caliente el aceite y que los ajos se hayan dorado, se retiran. Hay que echar la cantidad suficiente de aceite para que posteriormente, el aceite cubra los lomos del bacalao que usemos, estos, estarán previamente desalados.
Al añadirse los lomos, estos se colocarán al revés, es decir, con la piel boca arriba (la carne en contacto con el aceite). Se dejan a fuego bajo para que vayan soltando la gelatina. Una vez templado el aceite, se empieza a mover el recipiente para que la salsa se vaya ligando y ¡listo!
Un truco es retirar del fuego el recipiente una vez que el bacalao haya sudado, y ligar al gusto fuera del fuego.
Paella (Valencia)
Valencia, ¡la soleada Valencia! Mar, sol, horchata, fartons y, cómo no, la afamada… ¡paella! Plato valenciano por excelencia. Extendida por toda España y de referencia internacional para la gastronomía española junto a la tortilla de patata. Pero que esto no se confunda, la paella es de Valencia, por muy extendida y arraigada que esté por todas las Comunidades e imagen internacional que tenga, hay que diferenciar una paella auténtica de un “arroz con cosas”.
Valencia no tiene solo eso, tiene calas increíbles por Javea, L’Oceanogràfic, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, su Catedral, el Mercado Central de Valencia, el Biopark, el Palacio de las Artes Reina Sofía, la Plaza de Toros, la Malvarrosa y miles de destinos más. Por el porsiacaso de que no puedes acudir a visitarla, aquí te dejamos la receta de una paella tradicional valenciana cedida por una encantadora abuela.
Elaboración
Necesitaremos dos trozos medianos de conejo y dos de pollo por comensal, un puñado (una tacita de café) por comensal de arroz redondo, una tacita de café de caracoles precocinados y congelados por comensal. Si son naturales limpiarlos y hervirlos previamente, alrededor de 50gr bachoquetas/vainas, media alcachofa por persona, tomate maduro al gusto (rallado o troceado muy menudito), pimentón dulce, azafrán y una tacita de café de garrofón cada dos personas.
Troceado el pollo y el conejo se sofríe con un poco de aceite y sal. Una vez sofrito se apartan a un lado de la paellera y se sofríe las bachoquetas/vainas. Una vez iniciado el sofrito de la vaina se echa al sofrito el tomate con un poquito de ajo troceadito o seco al gusto. Previamente hervidos, se le añade el garrafón, la alcachofa y los caracoles. Sofriendo todo junto, y cuando ya esté todo sofrito, se junta la carne que estaba en los laterales de la paella. Dependiendo de la cantidad de la gente se le añade más o menos pimentón dulce y azafrán.
A continuación se echa agua hasta arriba de la paellera y se deja hervir un mínimo de media hora (dependiendo del truco de cada casa se deja más o menos a fuegos diferentes). Una vez hervido todo, se deja que el agua de la paellera llegue hasta los remaches/tornillitos de las asas de la paellera y entonces se echa el arroz. Según el agua (sea dura o blanda) se le deja entre 15-20 minutos cocerse, se va viendo. Antes de echar el arroz se prueba el punto de sal y 5 minutos después de echar el arroz lo mismo, y ya esta lista.
Como podéis comprobar, viajéis o no viajéis, con el paladar si podéis hacerlo. Animaos y descubrir la maravillosa gastronomía de este país desde vuestras propias cocinas. ¡Que aproveche!