Mitos y verdades sobre la digestión. ¿Es cierto el corte de digestión acuático?
Mitos y verdades sobre la digestión. ¿Es cierto el corte de digestión acuático?
Son muchas las historias, mitos, afirmaciones que se han hecho a lo largo de la historia sobre la digestión. Pero, ¿podemos creernos todo lo que nos han contado? Por supuesto que no. ¿Alguna vez os han dicho cuando erais pequeños que no podíais bañaros después de comer por un posible corte de digestión? Seguro que sí. Pero, ¿es eso cierto? Vamos primero a dar una definición breve de la digestión para seguir abordando el tema.
La digestión es un proceso mediante el cual las substancias ingeridas se preparan para poder ser absorbidas por el organismo. En dicho proceso, los alimentos que ingerimos se transforman en substancias más sencillas para poder ser absorbidos[1].
Partiendo de esa base, ¿puede cortarse este proceso si nos metemos al agua inmediatamente después de comer? Según la doctora en Farmacia Marian García, el corte de digestión por inmersión acuática es un mito. Según la doctora, graduada también en Dietética y Nutrición Humana, no es posible que el proceso digestivo se detenga por completo por mucho que nos demos un baño después de haber comido. Ahora bien, ¿es recomendable darnos una zambullida en la playa, piscina, o cualquier instalación acuática, después de terminar de comer?
Lo cierto es que no. Por mucho que lo que nos dijesen del corte de digestión en el agua después de comer no sea cierto, también es cierto que no es recomendable meternos en el agua después de comer. ¿Por qué?
Ya hemos comentado antes que en el proceso digestivo los alimentos que se ingieren tienen que transformarse en substancias más sencillas. Para llegar al final de este proceso, el organismo necesita oxígeno para que los jugos gástricos se mezclen con los alimentos.
Seguimos. Para poderse llevar a cabo esta acción, después de ingerir alimentos, nuestro cuerpo dirige un mayor flujo sanguíneo hacia el sistema digestivo, y por lo tanto una mayor cantidad de oxígeno.
Según bien explica la doctora mencionada anteriormente, “al bañarnos, se ralentiza el ritmo cardiaco y se contraen los vasos sanguíneos periféricos”. Además, cuando nos metemos al agua, aunque no nademos, realizaremos actividad física. De esta manera, se dirige mayor flujo sanguíneo a los músculos que están en movimiento, desproveyendo así al sistema digestivo del oxígeno y flujo que requiere para llevar a cabo la digestión. Por ello, el proceso digestivo (la digestión), no llegaría a pararse del todo, pero si podría verse retrasado. Cuando esto sucede, se pueden producir mareos, náuseas, e incluso vómitos.
La confusión entre corte de digestión e hidrocución
Muchas veces se confunde el término corte de digestión con hidrocución. La hidrocución no tiene nada que ver con la digestión, pero si se produce cuando nos metemos de manera brusca al agua. Si la diferencia de temperatura entre el agua y individuo que se sumerge es muy alta, o entra agua fría en las vías respiratorias, se puede producir un shock térmico, cosa que puede ser muy peligrosa. Aunque nada tiene que ver con la digestión, si es más probable que este problema surja después de comer, ya que se hace en horas centrales del día y hace más calor.
Como hemos visto, el proceso digestivo sí que puede verse ralentizado y causarnos ciertos problemas, por lo que sí sería recomendable esperar que la digestión se realice, antes de darnos un baño o realizar cualquier actividad física.
Fuente: Corte de digestión, ¿mito o realidad? – Marian García-