Patatas fritas, ¡salsas para todos los gustos!
¿Si os preguntasen cómo os gustan más las patatas qué responderíais? Seguramente a muchos de vosotros se os este pasando por la cabeza la palabra “fritas”, y es que es una realidad, las patatas fritas están buenísimas.
Seguramente, casi todos nosotros las comeremos con kétchup y mahonesa la mayoría de las ocasiones. Pero hay infinidad de salsas que pueden acompañar a nuestro sabrosísimo plato y que encima son muy fáciles de preparar.
Vamos a empezar con las típicas y terminar por una deliciosa crema de queso para degustar nuestras doradas patatas. Empezamos por el Ali-Oli y la Salsa Brava.
Ali-Oli
¡Para los amantes del ajo! Un huevo, medio diente de ajo, perejil, aceite de girasol, sal y vinagre es todo lo que necesitamos para prepararla. Rompemos el huevo en un recipiente y añadimos una pizca de sal y un chorrito de aceite. Ahora toca echar sus ingredientes estrella, el ajo y el perejil bien picadito. Ya solo tenemos que batir mientras añadimos el aceite hasta lograr la textura deseada ¡a disfrutar!
Salsa brava
Está claro que no vamos a descubrir la composición perfecta de esas salsas bravas que nos ponen en los mejores bares. Pero aquí os proponemos una receta que seguro que os encantará. Una pequeña advertencia, ¡para esta salsa necesitamos sartén!
Los ingredientes son 700 g de tomate triturado, una guindilla cayena, una cebolla, dos cucharadas de pimentón picante, sal y tres cucharadas de aceite de oliva. Primero calentamos el aceite en una sartén y posteriormente añadimos la cebolla y la guindilla picada con un poquito de sal y sofreímos hasta dorar. Entonces echamos el pimentón sin dejar que se queme y añadimos el tomate triturado con sal a nuestro gusto.
Ya solo hay que dejarlo a fuego lento unos 12 minutitos y la salsa estará lista. Para darle ese formato salsa la trituramos con la batidora hasta conseguir esa textura perfecta. ¡Para los amantes del picante perfecta!
Salsa de queso
Seguro que habéis escuchado alguna vez “el queso le va bien a todo”. Nosotros creemos que si no es a todo, a casi todo. Aquí vamos a dejar una crema de queso que seguro que le viene perfecto a nuestras pequeñas y crujientes amigas.
Para este elixir necesitamos una cucharada de mantequilla, tres cucharadas de harina, dos tazas de leche, ¼ de taza de queso cheddar rallado y pimienta. Es muy sencillo, lo primero es poner la mantequilla al fuego y en cuanto se derrita añadir la harina. Lo removemos al fuego durante dos minutos y vertemos la leche sin dejar de mover hasta que la salsa espese. Entonces, y a fuego lento echamos el queso y cuando se derrita añadimos la pizca de pimienta.
Seguro que muchos estaréis haciendo ya la lista de la compra para relajaros y compartir un buen rato degustando patatas fritas con estas maravillosas salsas. Nosotros os sugerimos que hagáis las tres y disfrutéis de una jornada de diferentes salsas. ¡En la variedad está el gusto!