Sopas para plantar cara al frío y espantar los resfriados
¿Hace frío? Por supuesto que sí. Ya estamos en la semana pre-navideña y tiene que hacer frío, nevar, helar… ¿Qué sería de esta festividad sin sus características principales? En este contexto se crean dos problemas, el constante frío en el cuerpo, y los odiosos resfriados. Vamos a compartir con vosotros un par de sopas, una de ellas es una de las claves para curar el resfriado.
Vamos a empezar primero por la que nos interesa para espantar el resfriado. Que seguro a más de uno nos va a hacer falta.
Sopa de Pollo para aliviar los resfriados
¿Una sopa que alivia los resfriados? ¿Cómo es posible? El caldo de pollo dificulta el movimiento de unas células del sistema inmune que se llaman neutrófilos, las cuales fomentan la liberación de la mucosa y atacan las células del organismo que provocan la inflamación de los tejidos.
De esta manera, usamos esta sopa como una herramienta contra los síntomas del resfriado que nos arruinan los días, ayudando así a reducir la inflamación de la garganta y mucosas nasales, hecho que no hace que disminuya la actividad antiviral del sistema inmune.
Aunque no vale cualquier sopa de pollo. Se tienen que dar ciertos factores para que este plato calentito tenga el efecto requerido. Entre los ingredientes se tienen que encontrar el pollo, la cebolla, patata, zanahoria, nabo, perejil, sal y pimienta.
Además de eso, también se debe cocinar de cierta manera. Por lo menos tendremos que cocinarla durante una hora. Por lo demás, la cocinamos como cocinaríamos cualquier sopa.
Sopa de ajo para espantar el frío
Sopas hay muchísimas. Y por supuesto, todas vienen perfectas para combatir el frío de invierno. ¿Por qué hemos elegido la sopa de ajo en esta ocasión? Porque es muy sencilla y seguro que siempre tenemos los ingredientes preparados en casa.
Para hacer una buena sopita necesitaremos 10 dientes de ajo, un pedazo grande de pan duro del día anterior, un chorro de aceite de oliva, una cucharadita pequeña de pimentón dulce, alrededor de 6 vasos de agua y sal. A base de estos ingredientes se realizaría la receta tradicional, pero también podríamos añadirle huevo batido, un poquito de jamón serrano, e incluso fideos si nos apetece.
El procedimiento de elaboración es muy simple. Pelamos los ajos y cortamos en rodajas. Con el pan duro hacemos rebanadas muy finas y el jamón en caso de querer usarlo también lo cortamos en lonchas finitas.
Echamos un chorrito de aceite en la cazuela donde vayamos a hacer la sopa, los doramos y los reservamos para más tarde. En la misma cazuela y con el mismo aceite tostamos el pan unos dos minutos. Posterior a este acto, apartamos la cazuela del fuego y añadimos el pimentón sin dejar de remover.
Ahora echamos el agua a temperatura ambiente y calentamos hasta que hierva añadiéndole los ajos. Si usamos jamón, se lo añadiremos también en este momento. Cocemos durante 20 minutos a fuego medio para que todos los sabores se compenetren bien.
Ahora solo queda corregir el punto de sal, y poner el fuego fuerte para añadir los huevos. Podemos echarlos enteros o batidos, como más nos guste. Cuando tengamos el huevo cuajado ya tendremos la sopa lista.
Como habéis podido ver, preparar estas dos sopas es muy sencillo, y las dos nos vienen fenomenal para calentar el cuerpo. Además, una de ellas nos ayudará en gran medida a combatir un resfriado en caso de tenerlo. Esperamos que os gusten y ¡que aproveche!