Nos vamos a Cudillero a disfrutar de un buen cachopo ¿Os atrevéis a cocinarlo en casa?

Norte, sur, este, oeste… Lo cierto es que en este país tenemos lugares increíbles para disfrutar por doquier. Vayamos a donde vayamos, disfrutaremos y conoceremos un rincón más de esta península de tanta riqueza y variedad cultural. Esta vez nos vamos a quedar en el norte para primero presentar un pequeño pueblo lleno de encanto, y después proponer la receta de un plato tradicional y muy sabroso del lugar. Nos vamos a Cudillero, ¿lo conocéis?

Cudillero es un concejo del Principado de Asturias y es un relevante puerto pesquero de la zona costera de la provincia. Es de esos lugares que, como se suele decir, hay que ver una vez en la vida. Se divide en tres partes y en diferentes alturas donde podemos toparnos con bosques, ríos, playas y unas vistas espectaculares. Parte de su costa se declara paisaje protegido, y Turbera de las Dueñas, que forma parte de Cudillero, está declarado monumento natural, formando parte del paisaje protegido de la costa occidental. Es la Turbera más grande de la región con 26 hectáreas.

No nos vamos a extender mucho en describir este pueblo, ya que como hemos dicho antes, hay que verlo.  Lo que sí vamos a hacer es deciros qué no os podéis perder en caso de dejaros caer por él. La Guía Repsol nos indica como lugares imprescindibles el Palacio de Selgas, la iglesia de San Martín de Luiña, el anfiteatro de Cudillero y el templo de Jesús Nazareno. Nosotros vamos a añadir a esta pequeña lista el Faro, el puerto y el Conjunto Arquitectónico de Los Selgas… y podríamos seguir.

Vamos ahora con lo que nos va a poner los dientes largos. ¡El Cachopo! En este concejo encontraréis más de un local donde os prepararán esta receta de la forma más tradicional. Es algo simple, Dos filetes de ternera empanados y rellenos de queso y jamón, que al freírlos quedan crujientes por fuera y jugosos por dentro. La peculiaridad es que son unos filetes muy grandes. Os vamos a contar como hacen estos filetes, o al menos la teoría, porque como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo.

Para su realización necesitaremos filetes de ternera, jamón serrano, Lonchas de queso, pimienta negra molida y sal. Para el empanado, como siempre, harina de trigo, huevos y pan rallado.

Lo primero de todo es poner en tres platos diferentes la harina, el huevo batido y el pan rallado. Para proceder en su debido momento a empapar las piezas de carne.

Utilizamos dos filetes para cada cachopo, uno sobre otro con el relleno dentro para después pasarlo a la sartén. Ablandamos primero los filetes con un rodillo para aplanarlos bien y los limpiamos por el exterior para que al freírse la carne no se encoja. Cabe decir que la carne de la zona de la cadera es muy buena para hacer este plato. Ponemos un filete sobre la mesa y lo salpimentamos, después extendemos sobre éste jamón y queso a partes iguales. Procuramos que quede todo el filete relleno a falta de un poco de borde, para que no sobresalga. Ahora ponemos otro filete encima y presionamos bien sobre los bordes para que quede bien compacto y sellado.

¡Ya solo queda empanar! Pasamos por harina, huevo y pan rallado, con una capa nos valdrá para realizar nuestros cachopos. Eso sí, a quien le guste más gordita la capa de fuera puede pasar la carne por los tres platos dos veces, aunque para que la receta quede menos pesada es mejor una sola capa.

Tres minutos por cada lado haciéndolo a fuego medio alto debería ser suficiente para que la carne esté lista, quede crujiente por fuera y jugosa por dentro. Siguiendo este procedimiento y según cuantos comensales seamos, haremos más filetes o menos, dependiendo del tamaño de estos también.

Debido a las limitaciones de una cocina normal, no podremos alcanzar la dimensión de los cachopos que nos presentan en los restaurantes, pero seguro que podemos lograr unos estupendos, aunque sean algo más pequeños. Se suelen acompañar con patatas fritas y alguna salsa como pudiera ser la de cabrales.

¿Qué os ha parecido? Seguro que estáis con ganas de descubrir Cudillero y su magia gastronómica, que incluye el auténtico cachopo. Si no os podéis pasar todavía, probad con la receta en vuestros hogares y a disfrutar. ¡Que aproveche!