Cómo empezar a practicar senderismo
A estas alturas del camino todos sabemos que el sedentarismo es algo perjudicial para nuestra salud. Por lo que tenemos que buscar quehaceres que nos saquen del sofá para hacernos mover el cuerpo. Claro está que no todos tenemos que ser unas bestias del deporte, ni que amar deportes como pudieran ser el Mountain Bike o el running, ya que exige la mayoría de las veces una exigencia que no todo el mundo está dispuesta a conllevar.
¿Qué hay del Trekking? El senderismo es un deporte que no es de alta exigencia física pero que nos hará movernos y mantener una buena salud, además de otorgarnos el placer de conocer y disfrutar de diferentes senderos y rincones mágicos. Por ello, y porque seguro que hay gente que no está habituada a caminatas largas, vamos a dar unos consejos y pautas para la iniciación en esta rutina deportiva, para hacerlo con seguridad y evitar posibles lesiones.
- Lo primero de todo es ser objetivos y definir el estado físico en el que nos encontramos. No nos vamos a meter un paseo de tres horas si no lo hemos hecho nunca. Así que vamos a empezar con una ruta asequible para ir tomando contacto y así terminar la práctica con buen sabor de boca.
- Atentos siempre a la previsión meteorológica. No nos equiparemos de igual forma si hay previsión de lluvia o si vamos a encontrarnos con un sol resplandeciente. Si hace mucho sol nos protegeremos la cabeza con una visera o similar y gafas de sol, y si llueve, podremos llevar chubasquero o paraguas, al gusto de cada uno.
- La ropa que sea transpirable y ligera. Esto evitará que nos empapemos con nuestro sudor y que nos quedemos helados al hacer alguna paradita. Además de eso, es aconsejable que vayamos vestidos por capas. De esta manera, podremos quitarnos y ponernos prendas a nuestro antojo.
- Vamos con el calzado y los calcetines, algo de vital importancia en esta práctica. El calzado que sea de trekking, para ganar comodidad respecto a la bota de montaña pero tener una agarre superior al de unas zapatillas de deporte, teniendo en cuenta que andaremos por senderos. En cuanto a los calcetines, hay quien dice que utilizar dos pares evita en gran medida la aparición de ampollas, pero en teoría, hay que utilizarlos ajustados al pie, y sin costuras, para evitar las mencionadas ampollas y posibles rozaduras.
- No es mala idea llevar un par de bastones a la ruta para ver qué tal se nos da. Parece tontería, pero son un buen apoyo y ayudan bastante en las subidas. Hay a quien le gusta y hay a quien no, pero para empezar hay que probarlo y llevar toda la ayuda posible.
- La hidratación es muy importante en este caso. Seguro que recordáis más de una situación en la que teniendo una sed increíble no habéis podido beber porque se os ha terminado todo el líquido, por lo que hacer una previsión del agua que vamos a necesitar será una idea ejemplar. Ya lo llevemos en botella, cantimplora, o camel back.
- La mochila que sea de la medida suficiente para llevar todo lo que necesitemos. Lo más adecuado es que sea cómoda lógicamente y que sea ajustada al pecho y cintura, para que la llevemos bien ajustada al cuerpo siempre. Tratar de llevar solo lo que necesitemos, ya que si es demasiado pesada nos entorpecerá el paso.
- Otro truco que afirman ser efectivo para evitar ampollas y rozaduras es untar las zonas más afectadas con vaselina.
Llegados a este punto ya solo queda caminar. Y una cosa, no os olvidéis del bocadillo. Esta es la experiencia gastronómica que nos espera en el camino, a mitad de este, liberar los bocadillos del papel albal y a hincar el diente a estos bocadillos tradicionales que siempre nos sacan una sonrisa en los momentos más débiles. Como dijo Antonio Machado, Caminante no hay camino, se hace camino al andar. ¡Que disfrutéis!