¡Este año el Roscón de Reyes lo hacemos en casa!
Nosotros usamos la máxima de que lo casero siempre es mejor. Quizá no en sabor y resultado final, pero sí existe una satisfacción muy grande al hacer las cosas uno mismo y ver luego cómo la gente lo disfruta. ¡Eso no tiene precio!
Pasadas las Navidades y Año Nuevo ahora lo que toca es que los Reyes Magos hagan las maletas desde Oriente para llenar todas las casas de regalos y felicidad. Nosotros personalmente, sin menospreciar los regalos, preferimos el Roscón de Reyes. ¿Lo preparamos nosotros mismos este año?
¡Claro qué sí! Aunque tenga un pequeño grado de dificultad, ¡por intentarlo que no quede! Vamos con la receta que hará quedarse con la boca abierta a nuestros huéspedes.
Nos basaremos en esta receta de Directo al Paladar, pero podemos hacer los añadidos o modificaciones que consideremos oportunas.
En primer lugar, los ingredientes:
- 400 gramos de harina.
- 70 gramos de mantequilla.
- 10 gramos de azúcar.
- 2 huevos.
- 20 mililitros de ron.
- 100 mililitros de agua templada.
- 30 mililitros de leche.
- 20 gramos de levadura fresca.
- Un puñado de ralladura de naranja.
- Media cucharadita de agua de azahar (asegúrate de que se trata de un producto para consumo, y no un cosmético o similar).
- Un poco de sal.
- Almendras fileteadas, fruta escarchada y azúcar granulado.
En primer lugar, mezclamos en un gran bol la harina, el azúcar, la levadura disuelta en agua, el ron, la leche, la naranja, el agua de azahar y la mantequilla, y preparamos la masa, que debe quedar ligeramente pegajosa. Luego la amasamos con la forma de roscón, estirando y moldeando con cuidado para no agrietarla.
Tras dejarlo reposar durante una hora para que la masa tome consistencia, batimos un huevo y lo esparcimos por la superficie. Luego le añadimos la fruta escarchada, las almendras y el azúcar granulado, y lo horneamos entre 15 y 20 minutos, a 220º, vigilando con frecuencia hasta que veamos que va quedando bien doradito. Y ya sólo quedará dejarlo enfriar un rato tras sacarlo del horno.
Ya hemos visto que con un poco de esmero podemos hacer nosotros mismos un espectacular Roscón de Reyes. Seguro que si lo ponemos cariño nos puede quedar tan bien como los que vemos en los escaparates de las pastelerías. Cómo indica la tradición, podemos meterle un haba en el interior, para que el que lo encuentre tenga que pagar el siguiente. En este caso, ya que no se ha comprado, le tocará que cocinar uno…