Tranquilidad, Nieve y buen queso en los Alpes Suizos
Todavía recordamos el calorcito de verano y ya estamos con la nieve por las rodillas. Así es, ya estamos en temporada de esquí y frío, mucho frío. Hay a quien le gusta y a quien no, pero así es y nos tenemos que adaptar. ¿Os gusta esquiar? ¿Y el queso? Pues os vamos a proponer una experiencia que seguro os va a encantar.
Os preguntaréis, ¿Por qué los Alpes Suizos? Y, ¿Por qué queso? Porque desde aquí consideramos que tanto uno como otro son maravillosos, y ya si podemos combinarlos para disfrutar de una agradable y tranquila experiencia gastronómica mejor que mejor.
Los Alpes Suizos ocupan la mayoría del territorio del país y alcanza una altitud media de 1.700 metros. Por supuesto, en este extenso territorio existen maravillosas estaciones de esquí pero nosotros os vamos a proponer quizá la más típica y famosa, Zermatt, un espectacular lugar sin ninguna duda.
Zermatt es una de las mejores y más valoradas estaciones de esquí del mundo y el hecho de que se encuentre a los pies de la majestuosa montaña Matterhorn o Cervino, la convierten en el lugar ideal para aparte de practicar el deporte invernal, maravillarte también con las espectaculares panorámicas que podemos observar.
El pueblo posee un encanto único ya que tiene un estricto código de construcción y sus típicas casas de madera alpina lo convierten en un lugar idílico. Además, no está permitido circular con coche, solo verás vehículos eléctricos y caballos, Perfecto para desintoxicarnos un poquito del ruido de la vida real, ¿Verdad?
Además del esquí, del que no hace falta hablar mucho, ya que es una de las más prestigiosas estaciones del momento, se pueden hacer muchas más actividades, una amplia gama de ofertas relacionadas con la montaña y el deporte de nieve. Además, también tenemos la oportunidad de llegar a espectaculares miradores a través de tren y teleférico. Cogemos el tren cremallera Gornergrat y ascendemos a 3.089 metros de altura, donde tenemos unas vistas inigualables. Desde allí, se asciende en teleférico al Glacier Paradise, a 3.883 metros, donde encontramos el palacio glaciar más alto del mundo. Ya no se puede ascender más en transporte pero os aseguramos que la experiencia de llegar hasta aquí es impresionante. Sin ninguna duda, los sentidos quedan maravillados después de pasar por esta experiencia.
Vamos con lo que creemos más importante para terminar esta experiencia de la mejor manera. Después de haber
realizado la actividad que más nos guste, ¿Cómo terminamos el día? Fondue de queso suizo, ¡por supuesto! Es lo típico del lugar y no podemos irnos sin degustarlo en este mágico paraje. Tenemos dos opciones, prepararla nosotros con los magníficos ingredientes que nos propone la gastronomía suiza o tomarlo en uno de sus restaurantes a “mesa puesta”. Cualquiera de las opciones será perfecta, de hecho, seguro que No nos importaría repetir probando las dos.
Este plato típico suizo está elaborado con una mezcla de quesos del país y vino blanco. Además, en la crema se vierten trocitos de pan… ¡Ningún amante de este lácteo debe quedarse sin probarlo!
Como habéis visto, tanto si sois esquiadores como si no, este es un lugar muy a tener en cuenta a la hora de preparar un viaje de ensueño. Y como siempre, no os olvidéis de probar los manjares que nos ofrece la maravillosa gente de cada lugar. En este caso, ¡los suizos y suizas! Tampoco os olvidéis del abrigo…
