Cambiar de aires en Marruecos

| By Pankreoflat

Esta vez cruzamos el mar Mediterráneo para disfrutar de la mágica África. Toca descubrir las laberínticas calles del Zoco de Marrakech y disfrutar de la tranquilidad de la cordillera del Atlas, donde nos encontramos con la 2ª montaña más alta del continente africano. ¿Qué os parece?

Nosotros vamos a proponer un viaje un tanto variado y dispar, para todo tipo de públicos. Turismo, montaña y experiencias relajantes… ¿Se puede pedir más? En este rincón de la tierra hay infinidad de experiencias para disfrutar pero nosotros proponemos tres: perdernos por las calles de la exótica Marrakech, Conocer el Alto Atlas (Aquí mejor no perdernos), y relajarnos en las maravillosas Cascadas de Ouzoud.

Empecemos por conocer y disfrutar de la ciudad de Marrakech. Si se dispone de tiempo lo ideal sería poder conocer cada rincón, pero por ser prácticos, vamos a  proponer 4 lugares que no nos podemos perder: La Plaza de Jamaa el Fna, El Zoco,  la Mezquita de Koutoubia, y el Palacio Bahía.

La Plaza de Jamaa el Fna es un auténtico espectáculo. Vemos desde puestos de zumo y agua hasta espectáculos callejeros y gente con serpientes colgadas que te pedirá dinero por las fotos realizadas. Eso sí, ¡si quieres te ponen la serpiente encima!

Justo al lado nos adentramos en El Zoco. Así se le da nombre al mercadillo típico árabe de cada ciudad. Es un laberinto de calles lleno de tiendas típicas donde nos ofrecen especias, ropa, souvenirs de todo tipo… seguro que lo habéis visto en foto alguna vez. Es precioso.

La Mezquita de Koutoubia la veremos seguramente aunque no nos acerquemos, ya que es el edificio más alto de Marrakech, con 77 metros de altura. Y finalmente… ¡qué decir del Palacio de la Bahía! Fue construido con el objetivo de ser el palacio más impresionante de todos los tiempos. ¡Tendréis que visitarlo para comprobar si verdaderamente lo es!

Pasamos del ajetreado turismo de ciudad a la tranquila inmensidad del Atlas. La ruta que os proponemos parte desde Imlil. Un pueblo de montaña que está a una horita de Marrakech. Una vez allí habrá que caminar unas cinco horas hasta llegar al refugio del monte Tubqal (a un paso llevadero, para disfrutar de los paisajes y los tés que nos pongan por el camino). Haremos noche en el refugio y a la mañana siguiente habrá dos opciones, hacer cima en la segunda montaña más alta de África o disfrutar tranquilamente de la calma del lugar y regresar a Imlil. Las dos opciones son estupendas, Aquí solo influye lo que quiera hacer cada uno. El ascenso y descenso  a la cima rondará unas cuatro horas. El paisaje es increíble y la tranquilidad y solidaridad que se respira en estas montañas es inmensa. Revitaliza por completo.

Terminamos nuestro viaje en las Cascadas de Ouzoud. Están a 150 kilómetros de Marrakech y son las cataratas más grandes e impresionantes del norte del continente. Tienen 110 metros de longitud y pertenecen a la cordillera Atlas. Localizadas en un paraje Salvaje. Recomendamos comer tranquilos en algún restaurante que ofrezca vistas a las cataratas. Hay unos cuantos y tiene que ser muy relajante degustar la comida del lugar con vistas a estas gigantes de la naturaleza.

Te preguntarás ¿Cómo organizo yo todo esto? Existen agencias de viajes que te organizan el viaje a medida dependiendo de los días que dispongas libres. Les puedes decir, tengo una semana y quiero hacer todo esto, y ellos te lo organizan y te ponen un precio relativo a todo. También se puede organizar el viaje e ir eligiendo transporte y alojamiento sobre la marcha. Eso depende de lo aventurero que sea cada uno.

Como siempre y como debe de ser, no nos podemos marchar de aquí sin degustar las exquisitas comidas típicas. En la montaña nos pondrán mucha verdura cruda, sopa y guiso de carne. Todo ello acompañado con las más variadas especias ¡a disfrutar!